
La compra de una vivienda es una decisión significativa que implica diversos aspectos financieros, siendo la entrada uno de los puntos clave. Descubre en este artículo todo lo que necesitas saber sobre cuánto hay que dar de entrada para comprar un piso en España. Como probablemente sabrás, actualmente los bancos no ofrecen hipotecas del 100% del coste de compra de la vivienda, por lo que deberás tener una cantidad ahorrada que servirá como entrada en la transacción inmobiliaria. Te explicamos al detalle qué cantidad de dinero necesitas tener en tu cuenta de ahorros para poder comprar una casa o piso sin problemas.
En España, la normativa bancaria generalmente exige que los compradores aporten un mínimo del 20% del valor de la vivienda como entrada. Sin embargo, es importante considerar que este porcentaje puede variar según el valor de la propiedad y las condiciones específicas ofrecidas por cada banco.
Supongamos que estás interesado en una vivienda valorada en 250.000 €. En este caso, deberías tener ahorrado como mínimo 50.000 € para la entrada. Este importe es solo una parte de los costes iniciales, ya que también deberás cubrir otros gastos asociados con la compra del inmueble, como los impuestos, los gastos de notaría, y los de gestoría.
Lectura recomendada: ¿Quién paga la notaría en una compraventa?
Ante esta situación, es recomendable contar con un colchón financiero adicional para cubrir estos gastos extra, que suelen representar entre un 10% y un 12% del valor de la propiedad. Por lo tanto, en el ejemplo de una vivienda de 250.000 €, sería aconsejable disponer de un total de aproximadamente 75.000 € para cubrir con total comodidad todos los gastos iniciales.
La idea de adquirir una vivienda sin entrada puede resultar atractiva, pero es esencial entender las opciones disponibles y los posibles riesgos asociados con esta elección.
Algunas entidades financieras ofrecen hipotecas al 100%, lo que significa que puedes financiar la totalidad del precio de la vivienda sin necesidad de aportar una entrada inicial. Sin embargo, estas hipotecas suelen estar sujetas a condiciones más estrictas, como un historial crediticio sólido y una capacidad financiera demostrada.
Alternativamente, podrías explorar acuerdos con el vendedor o desarrollador que permitan diferir el pago de la entrada, como por ejemplo un alquiler con opción a compra. Aunque esta opción puede facilitar la compra inicialmente, es crucial comprender los términos y las posibles implicaciones financieras a largo plazo. Finalmente, otra opción puede ser las ayudas gubernamentales, que sirven para ayudar a los habitantes a poder adquirir viviendas sin tener el 20% de entrada ahorrado.
A pesar de estas opciones, comprar una casa sin entrada conlleva riesgos, como tasas de interés más altas y una mayor carga financiera a lo largo del tiempo. Evaluar cuidadosamente estas opciones y consultar con asesores financieros puede ser fundamental para tomar decisiones informadas.
Si bien es posible comprar una vivienda sin entrada, es crucial considerar cuidadosamente las opciones y sus implicaciones a largo plazo para tomar una decisión que se alinee con tus objetivos financieros.
Más allá de la entrada, hay otros gastos asociados a la compra de una vivienda que debes tener en cuenta para evitar sorpresas financieras. Veamos detalladamente qué implica este proceso.
Al tener en cuenta estos gastos adicionales al comprar una casa, podrás planificar tu presupuesto de manera más efectiva y evitar sorpresas desagradables durante el proceso de compra.

Se recomienda ahorrar al menos un 20% del precio de la vivienda para una entrada sólida.
Sí, el tipo de hipoteca puede afectar la cantidad de la entrada requerida. Algunos programas permiten entradas más bajas, pero pueden tener tasas de interés más altas.
Sí, algunos programas gubernamentales ofrecen opciones con entradas reducidas o nulas para compradores elegibles.
Un buen historial crediticio puede mejorar las opciones de financiamiento y reducir la cantidad de la entrada requerida.
Sí, la negociación con el vendedor puede ser una estrategia para reducir o eliminar la entrada, dependiendo de las circunstancias.
El tiempo para ahorrar la entrada depende de los ingresos y hábitos de ahorro individuales, pero generalmente puede llevar varios años.

4 min
5 min
7 min