Cuando una persona fallece y deja una vivienda en herencia, es común preguntarse si es necesario cambiar las escrituras de la propiedad. En este artículo, te explicaremos qué sucede con la propiedad de una vivienda tras el fallecimiento del propietario, los pasos a seguir para cambiar las escrituras y otros trámites inmobiliarios que se deben realizar en esta situación.
La pérdida de alguien cercano ya es demasiado doloroso, como para ocuparse de más cosas. Por desgracia, normalmente el deceso de un conocido suele acarrear ciertos trámites que debes conocer. Tras el fallecimiento de un propietario, la propiedad de la vivienda pasa a sus herederos. Sin embargo, para formalizar legalmente esta transferencia de propiedad, es necesario hacer una serie de formalidades, entre las que se encuentra el cambio de las escrituras.
Si te encuentras en la situación de tener que cambiar las escrituras de una vivienda tras el fallecimiento de su propietario, a continuación, te explicamos los pasos a seguir:
El primer paso para cambiar las escrituras de una vivienda tras el fallecimiento del propietario es obtener el certificado de defunción. Este documento es emitido por el Registro Civil y certifica la muerte de la persona. Además, si existe un testamento, será necesario obtener una copia del mismo.
En caso de que el propietario haya dejado un testamento, es importante comprobar su existencia y quiénes son los herederos designados. Para ello, se puede acudir al Registro de Actos de Última Voluntad, donde se inscriben los testamentos efectuados ante notario.
Antes de proceder al cambio de las escrituras, será necesario liquidar los impuestos y gastos asociados a la herencia y al cambio de titularidad de la vivienda. Entre estos impuestos se encuentran el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, así como el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (conocido como plusvalía municipal).
Además del cambio de las escrituras, existen otros trámites inmobiliarios que se deben hacer tras el fallecimiento del propietario. Estos trámites son clave para asegurar que la propiedad de la vivienda se encuentra en orden y para evitar complicaciones legales en el futuro. A continuación, detallaremos algunos de estos trámites:
El certificado de últimas voluntades es un documento que permite conocer si la persona fallecida dejo un testamento y ante qué notario se realizó. Este certificado se puede solicitar en el Registro General de Actos de Última Voluntad y es necesario para efectuar diferentes gestiones relacionadas con la herencia, incluyendo el cambio de escrituras de la vivienda.
Lectura recomendada: ¿Qué son las escrituras de de una vivienda?
Si el propietario fallecido tenía un préstamo hipotecario en vigor, es necesario gestionar su cancelación. Esto implica comunicarse con la entidad financiera correspondiente y presentar la documentación requerida. En algunos casos, los herederos pueden optar por asumir la deuda o liquidarla con los activos de la herencia.
Tras el fallecimiento, es necesario realizar el cambio de titularidad de los suministros de la vivienda, como el agua, la electricidad, el gas, etc. Esto implica poner los servicios a nombre de los nuevos propietarios o herederos. Para proceder con este trámite, es necesario contactar con las compañías suministradoras y presentar la documentación requerida, como el certificado de defunción y el certificado de herederos.
Es importante actualizar los datos catastrales y registrales de la vivienda tras el fallecimiento del propietario. Esto garantiza que los cambios de titularidad queden debidamente reflejados en los registros oficiales. Para ello, se debe presentar la documentación necesaria en la oficina del catastro y en el registro de la propiedad correspondiente.
Además de los impuestos relacionados con la herencia, como el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, existen otros gastos que se deben liquidar, como la plusvalía municipal. Estos impuestos y gastos deben ser abonados para cumplir con las obligaciones legales y evitar problemas futuros.
Sí, es necesario cambiar las escrituras de una vivienda tras el fallecimiento del propietario para formalizar la transferencia de propiedad a los herederos.
Para cambiar las escrituras de una vivienda tras el fallecimiento, se necesitan documentos como el certificado de defunción, el testamento (si existe) y el certificado de últimas voluntades.
El tiempo necesario para cambiar las escrituras de una vivienda tras el fallecimiento puede variar dependiendo de diversos factores, como la complejidad de la herencia y la carga de trabajo de los registros y notarías. En general, el proceso puede llevar varios meses.
Los costes asociados al cambio de escrituras por fallecimiento incluyen los impuestos y gastos relacionados con la herencia y el cambio de titularidad de la vivienda, como el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones y la plusvalía municipal.
Al cambiar las escrituras de una vivienda tras el fallecimiento, se deben liquidar impuestos como el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, que grava la transmisión de bienes y derechos por herencia.
En caso de que el propietario fallezca sin dejar testamento, se debe seguir el proceso legal establecido para la sucesión intestada, en el cual se determina quiénes son los herederos legales de acuerdo a la ley.
Es posible que surjan problemas legales al cambiar las escrituras de una vivienda tras el fallecimiento, especialmente si existen disputas entre los herederos o si no se cumplen los requisitos legales. En estos casos, es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especializado en herencias.
Además del cambio de las escrituras, se deben ejecutar otros trámites inmobiliarios tras el fallecimiento del propietario, como obtener el certificado de últimas voluntades, cancelar préstamos hipotecarios pendientes, cambiar la titularidad de los suministros y actualizar el catastro y el registro de la propiedad.
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